En un tiempo donde casi todo estaba prohibido, hubo una serie de atletas, que contra corriente, abrieron las puertas del fisicoculturismo en España
Fotos gentileza de Nora Girones, Archivo Agencia Febus
En los años cincuenta, cuando todavía España estaba comandada por el Caudillo, hubo hombres que se atrevieron a comenzar con una actividad muy mal vista. Una actividad considerada como un asunto de homosexuales y exhibicionistas. Una actividad que incluso estaba proscrita por el régimen. Esos hombres, sin darse cuenta, han sido los verdaderos padres del fisicoculturismo español.
Barcelona fue la primera competición
En los años cuarenta, en Barcelona, Gustavo Buesa organizó el primer evento culturista, o lo más parecido a ello. Los participantes eran alumnos del gimnasio Tiberghein. Por aquel entonces, para realizar eventos numerosos se necesitaba permiso policial. A Buesa le negaron el permiso para poder realizar eventos culturistas. Pero lo que él hacía era solicitarlo para competiciones de levantamiento de peso -que no eran prohibidas- y una vez que los inspectores abandonaban la sala daba paso con el concurso culturista. Así fue hasta los años sesenta en que se normalizó la situación con el Trofeo Mundo Deportivo a La Mejor Figura Atlética Masculina que ganó Jaime Gallostra.
Damián Girones uno de los pioneros en Madrid
En Madrid, a finales de los años cincuenta, la actividad culturista se realizaba de forma clandestina, estaba prohibido entrenar al aire libre en bañador y, por ende, realizar las típicas poses culturistas. Uno de los primeros hombres que se atrevieron a entrenar en bañador y al aire libre fue el escultor Damián Girones. Damián Girones nació, en Murcia, en 1937, pero dos años más tarde sus padres se establecieron en Madrid. Empezó a ejercitarse en su adolescencia y muy pronto adquirió un cuerpo esbelto, estético y definido. Ejecutaba sus entrenamientos y poses culturistas con gran maestría y cualidades artísticas.
Entrenaban entre vestigios de la Guerra Civil Española
El lugar elegido para poder entrenar al aire libre era el llamado Cerro de los Locos, en la Dehesa de la Villa, a las afueras de Madrid, entre cañerías de agua rotas, que usaban para la ducha, y trincheras de la Guerra Civil Española. Ahí, con equipos rudimentarios, hechos por ellos mismos, con la práctica de figuras acrobáticas y de poses culturistas, adquirieron su magnífico desarrollo muscular. Damián Girones entrenaba con compañeros de la talla de Pablo Lafuente, campeón de boxeo, su hermano José, y un jovencísimo Manuel Benito, gran culturista, que llegó a ganar diversas competiciones, entre ellas, el Mr. Heracles en 1975.
El comienzo del culturismo moderno
Sin duda, el sendero marcado por Damián Girones, José Lafuente o Manuel Benito supuso el nacimiento del culturismo moderno en Madrid, que se desarrolló en los años sesenta de la mano de Dino Camerlengo, actor italiano y director del gimnasio Heracles, Baldo Lois, Amalio Lasheras, José Luis Ayestarán, Salvador Ruiz, Eduardo Franco, José Viñas y Jesús Mario Muñoz, entre otros. Hoy décadas después Nora Girones, hija de Damián, es una de nuestras más grandes y bellas campeonas culturistas. No sólo ha heredado de su padre su genética y arte en la pose... Ha heredado todo un deporte, ha heredado el magno deporte del fisicoculturismo.
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